Editorial publicado en la revista Carreteras – nº 182 – Marzo/Abril de 2012
Corría el mes de abril de 1951 cuando vio la luz el primer número de la revista técnica de la Asociación Española de la Carretera.
El alumbramiento se producía tan sólo dos años después de la constitución de la Asociación, “…apoyado por la secreta vocación literaria de Ahijón (Cantoneiro) y por sus indudables dotes críticas, lo que añadió más entusiasmo, como cofundador, a quien ya lo tenía, para acometer su redacción, confección e ilustración…”. Palabras que en 1999 escribiría el ilustre Ángel del Campo y Francés en el libro conmemorativo del 50º Aniversario de la Asociación Española de la Carretera, refiriéndose al ánimo con que el primer Presidente de la joven institución, Marcelino Ahijón y Godín, acometió la empresa editorial de la mano del propio Ángel del Campo, su inspirador.
“A través de las gratas y obligadas relaciones amistosas con la preciosa y envidiable revista Trenes, que publicaba el Departamento Comercial de RENFE (…), se pudo contar con su fotógrafo profesional, Manuel Cuenca, que era un verdadero artista; a él se deben muchas de las portadas de Carreteras. Hasta en esto nos aventajaba el ferrocarril entonces…”, sentenciaba del Campo y Francés en aquel entrañable ejercicio de memoria histórica.
Mucho ha llovido desde aquel 1951. El escenario carretero del momento poco tiene que ver con el actual. Hoy, nuestro país puede presumir de unas infraestructuras viarias construidas bajo exigentes estándares de calidad, las cuales han contribuido decisivamente al progreso de la sociedad española en todos los órdenes. Poco o nada queda de aquella España añeja, ausente del mapa político europeo y denostada en los escenarios decisorios mundiales.
Es ésta una realidad irrefutable que, sin embargo, se ve ensombrecida por una situación que nos retrotrae a tiempos que habíamos creído reservados para ocupar las páginas de los libros de Historia, al amparo de la confianza en un modelo cuyo agotamiento no fuimos capaces de advertir.
Pero de nada sirve lamentarse. Son tiempos en los que hay que dar pasos hacia delante, con la vista puesta en un futuro prometedor, como hicieron aquellos pioneros que hace 60 años se lanzaron a una experiencia editorial cuyo éxito se sostuvo durante décadas sobre la base del entusiasmo. Hasta aquí y hasta ahora ha llegado su apuesta. Nos toca a nosotros darle continuidad.
“60 años es mucho y 60 años no es nada”, dice Nacha Guevara en su último libro. Como ella y de la mano de la Revista Carreteras, “estamos entrando en la segunda mitad de nuestra vida; la de nuestras mejores realizaciones”.