Javier Aguirre, presidente de Kapsch TrafficCom para España y Portugal.
Publicado en el Blog de Kapsch TrafficCom el 27 de mayo de 2021
Ha llegado el momento de reimaginar la movilidad y diseñar estrategias que nos ayuden a modificar nuestro comportamiento relacionado con los viajes, e idear sistemas de transporte más eficientes y resilientes para que podamos disfrutar de un mundo con menos contaminación.
En los primeros meses de la pandemia fuimos testigos de una caída notable de la contaminación debido a la reducción drástica de los desplazamientos, que llegaron a descender un 70% durante la etapa más dura del estado de alarma, según datos de la DGT. Ahora, con la vacunación ya en marcha, cuando atisbamos el inicio del fin de la crisis sanitaria se prevé que, poco a poco, vuelvan los viajes personales y nos acerquemos a las condiciones de contaminación previas a la crisis. A ello hay que añadir el problema de concentración urbana propio de España.
Otro de los cambios que nos ha traído la pandemia es el aumento del uso del vehículo privado. Según datos del INE, el número de usuarios del transporte público cayó un 46,7 % en 2020, lo que significa 2.300 millones de viajes menos, como consecuencia de las fuertes restricciones de movimientos para contener la pandemia de coronavirus. El miedo al contagio es un hecho, como lo demuestra la encuesta Kapsch TrafficCom Index, que señala que tan solo el 59 por ciento de españoles se plantea usar este medio para sus desplazamientos. A esto hay que sumar el problema del parque automovilístico, uno de los más envejecidos de Europa.
Lograr una movilidad segura, sostenible, ágil y saludable exige apostar por una gestión holística, con políticas de Estado apoyadas en la colaboración. Gobiernos y ayuntamientos deben abordar una estrategia desde una doble vertiente, por un lado, la ingeniera social y, por otro, implementar tecnologías avanzadas, afrontando y liderando el reto de la digitalización del sector como una política de Estado.
Para gestionar la congestión y la contaminación se debe gestionar la demanda. Esta estrategia tiene el potencial de eliminar casi por completo la congestión y posibilitar grandes beneficios sociales. La gestión de la demanda influye en el comportamiento del usuario con políticas que pueden ser normas, recomendaciones, incentivos y tarifas de peaje dinámicas. Un claro ejemplo es la ciudad de Madrid, quien, de la mano de la tecnología de Kapsch, trabaja para resolver los problemas de movilidad, procesando y obteniendo la información en tiempo real.
Un estudio reciente de Juniper Research señala que los sistemas inteligentes de gestión del tráfico podrían ahorrar a las ciudades 230.000 millones de euros de aquí a 2025 gracias a la reducción de las emisiones y la congestión. Los atascos de tráfico según las estimaciones de la OCDE cuestan anualmente a los países desarrollados un 2% del PIB, en términos de tiempo perdido, mayor gasto en combustible, deterioro ambiental y urbano, así como accidentes. En España, la cifra ascendería a unos 15.000 millones de euros, cifra similar a los presupuestos de algunas comunidades autónomas
Al mismo tiempo, es momento de poner en práctica políticas nuevas que incentiven el uso del transporte público. La Administración debe de tomar las riendas: fomentar la confianza, acercar el transporte público y hacerlo más sencillo para que el ciudadano no sienta la necesidad de tener que coger el coche debe ser una prioridad. En este sentido, la estrategia de la movilidad que está desarrollando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) y el desarrollo de la Ley de Movilidad abre un horizonte esperanzador. Estas dos iniciativas van a tener un impacto muy notorio en España, situándonos como un país de referencia en movilidad sostenible.
La pandemia nos ha puesto en bandeja una importante oportunidad para disfrutar de un mundo con menos congestión y contaminación. Aprovechemos el momento y diseñemos un futuro con soluciones de transporte innovadoras que permitan a los usuarios llegar a su destino de manera oportuna, puntual, segura, eficiente y con un impacto ambiental mínimo.